En
nuestra entrada anterior os hacíamos una introducción al consumo responsable, y
os decíamos que todos y cada uno de nosotros podemos realizar nuestra
aportación si de verdad nos queremos implicar con este tema. Vamos a entrar en
materia y os vamos a explicar cómo podemos contribuir a conservar el
medioambiente en nuestro día a día. Se trata de seguir una sencilla regla,
fácil de recordar: la regla de las tres
R.
¿De dónde viene esta
iniciativa y por qué?
La
regla de las 3R fue una propuesta del Primer Ministro de Japón, Koizumi
Junichiro, presentada en la cumbre del G8 en junio de 2004. Greenpeace se ha encargado de difundir en todo el mundo
esta iniciativa, con el objetivo de fomentar el reciclaje a nivel global. Ha
sido el tránsito del consumo al consumismo imperante en la sociedad actual el
que ha disparado las alarmas en los gobiernos y organizaciones ecologistas.
¿Por
qué? Porque el volumen de residuos y basura generada en el planeta alcanza
tales dimensiones que pone en peligro su conservación. Las emisiones de gases
procedentes de las basuras y desechos son responsables del calentamiento global
y del cambio climático que estamos viviendo.
Las grandes potencias mundiales se han visto obligadas a tomar cartas en
el asunto, y este es uno de los compromisos que han adquirido.
¿Cuáles son las tres
R?
Por
orden de importancia, las siguientes:
1.Reducir
Reducir
implica contribuir a que se generen menos residuos en los procesos de
fabricación y distribución de productos para el consumo, además de disminuir la
cantidad de recursos energéticos destinados a ello. ¿Cómo? Pues en primer lugar
haciéndonos esa pregunta que os lanzamos la semana pasada, antes de comprar
compulsivamente : “¿realmente lo necesito?”.
Comprar
sólo lo necesario cuando estemos fuera de casa, pero en casa también tenemos
otra tarea, la de ahorrar en el consumo doméstico, por ejemplo, no dejando el
grifo abierto si no lo estamos usando o desenchufando todos los aparatos cuando
los apaguemos.
2. Reutilizar
Estamos
acostumbrados a tirar a la basura cualquier electrodoméstico cuando deja de
funcionar, una prenda de ropa cuando se mancha de lejía o se rompe, o incluso
elementos de transporte y embalaje una vez hemos finalizado la mudanza, por
poner algunos ejemplos.
Reutilizar
supone que demos una segunda oportunidad a todos esos elementos y prolonguemos
su vida útil. Quizá ese electrodoméstico se pueda reparar y no haya necesidad
de deshacerse de él. O podemos darle
otro uso a esa camiseta manchada, sí, como
trapos para limpiar los cristales, o fabricarnos una bonita mesa rústica con
ese palé de madera que tenemos en el garaje.
Pero no
sólo eso: estamos en un momento de proliferación de las tiendas de segunda
mano, en la calle y en la red. Pues aprovechémoslas, adquirir estos productos
también es una manera de alargarles la vida.
3. Reciclar
3. Reciclar
Quizá
en este punto estemos ya todos más mentalizados, afortunadamente somos muchos
los que venimos reciclando desde hace tiempo. Y es importante, porque de estos
materiales que separamos y que depositamos en los contenedores correspondientes
se crean otros nuevos que vuelven a introducirse en el mercado para su consumo.
¿A que
es una regla sencilla de seguir? Os invitamos a que nos enviéis vuestros
comentarios explicándonos vuestra experiencia y contándonos qué otro uso le
habéis dado a algo que comprasteis en su momento y que decidisteis no tirar y
darle otra oportunidad. Animaos, ¡nos
encantará que lo compartáis en nuestro blog!
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