viernes, 29 de enero de 2016

Erre que erre con la conservación del Medio Ambiente


En nuestra entrada anterior os hacíamos una introducción al consumo responsable, y os decíamos que todos y cada uno de nosotros podemos realizar nuestra aportación si de verdad nos queremos implicar con este tema. Vamos a entrar en materia y os vamos a explicar cómo podemos contribuir a conservar el medioambiente en nuestro día a día. Se trata de seguir una sencilla regla, fácil de recordar: la regla de las tres R.


¿De dónde viene esta iniciativa y por qué?

La regla de las 3R fue una propuesta del Primer Ministro de Japón, Koizumi Junichiro, presentada en la cumbre del G8 en junio de 2004. Greenpeace  se ha encargado de difundir en todo el mundo esta iniciativa, con el objetivo de fomentar el reciclaje a nivel global. Ha sido el tránsito del consumo al consumismo imperante en la sociedad actual el que ha disparado las alarmas en los gobiernos y organizaciones ecologistas.

¿Por qué? Porque el volumen de residuos y basura generada en el planeta alcanza tales dimensiones que pone en peligro su conservación. Las emisiones de gases procedentes de las basuras y desechos son responsables del calentamiento global y del cambio climático que estamos viviendo.  Las grandes potencias mundiales se han visto obligadas a tomar cartas en el asunto, y este es uno de los compromisos que han adquirido.




¿Cuáles son las tres R?

Por orden de importancia, las siguientes:

1.Reducir


Reducir implica contribuir a que se generen menos residuos en los procesos de fabricación y distribución de productos para el consumo, además de disminuir la cantidad de recursos energéticos destinados a ello. ¿Cómo? Pues en primer lugar haciéndonos esa pregunta que os lanzamos la semana pasada, antes de comprar compulsivamente : “¿realmente lo necesito?”.
Comprar sólo lo necesario cuando estemos fuera de casa, pero en casa también tenemos otra tarea, la de ahorrar en el consumo doméstico, por ejemplo, no dejando el grifo abierto si no lo estamos usando o desenchufando todos los aparatos cuando los apaguemos.





2. Reutilizar


Estamos acostumbrados a tirar a la basura cualquier electrodoméstico cuando deja de funcionar, una prenda de ropa cuando se mancha de lejía o se rompe, o incluso elementos de transporte y embalaje una vez hemos finalizado la mudanza, por poner algunos ejemplos.
Reutilizar supone que demos una segunda oportunidad a todos esos elementos y prolonguemos su vida útil. Quizá ese electrodoméstico se pueda reparar y no haya necesidad de deshacerse de él. O podemos darle
otro uso a esa camiseta manchada, sí, como trapos para limpiar los cristales, o fabricarnos una bonita mesa rústica con ese palé de madera que tenemos en el garaje.




Pero no sólo eso: estamos en un momento de proliferación de las tiendas de segunda mano, en la calle y en la red. Pues aprovechémoslas, adquirir estos productos también es una manera de alargarles la vida.










3. Reciclar


Quizá en este punto estemos ya todos más mentalizados, afortunadamente somos muchos los que venimos reciclando desde hace tiempo. Y es importante, porque de estos materiales que separamos y que depositamos en los contenedores correspondientes se crean otros nuevos que vuelven a introducirse en el mercado para su consumo.












¿A que es una regla sencilla de seguir? Os invitamos a que nos enviéis vuestros comentarios explicándonos vuestra experiencia y contándonos qué otro uso le habéis dado a algo que comprasteis en su momento y que decidisteis no tirar y darle otra oportunidad.  Animaos, ¡nos encantará que lo compartáis en nuestro blog!

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