sábado, 23 de abril de 2016

Por qué tomar café de Comercio Justo


¿Sabes que…?

 El café procede de un arbusto denominado cafeto,  originario de Etiopía. 

Existen más de treinta variedades de café distintas. 

Las tres cuartas partes de la producción mundial proceden de la variedad denominada Coffea arabica (café arábico).

Granos de café.
Planta del Cafeto (Coffea arabica)




















El cultivo del café

El cultivo del café resulta bastante delicado, sobre en el caso del café arábico, y requiere de un clima fresco. Por ello las plantaciones se sitúan en zonas de alta montaña. La planta florece en la época de lluvias y aproximadamente ocho meses después es cuando brotan las bayas, que contienen los granos de café.



El momento de la recolección requiere de mucha mano de obra, puesto que los granos se recogen manualmente y sólo se escogen los que están maduros, con cuidado para no dañar las yemas de las ramas. Por ello suele repasarse varias veces el mismo arbusto hasta haberlo desgranado correctamente. Los trabajadores llevan un cesto atado a la cintura donde van depositando los granos de café y una vez llenos se encargan de vaciarlos en los lugares correspondientes.

Bayas de café maduras
Bayas de café, con los granos en su interior.





















Os dejamos este dato, de especial relevancia:

El 80% de la producción mundial de café procede de pequeñas explotaciones familiares, de superficie inferior a 10 hectáreas.




¿Cómo está afectando el cambio climático a los caficultores?

El cambio climático está incidiendo con especial crudeza en los caficultores.  Sus efectos se manifiestan en forma de sequías, inundaciones y enfermedades de los cultivos. Teniendo en cuenta que las plantas de café son extremadamente sensibles a los cambios de temperatura, la cosecha  se vuelve cada vez más difícil para estos millones de productores locales, que en muchos casos viven con menos de 2 dólares al día.


Concretamente en Latinoamérica se está extendiendo de forma preocupante la enfermedad de la roya, debido a las cada vez más altas temperaturas, el aumento de las precipitaciones y la humedad. Esta enfermedad está provocada por la presencia de un hongo que acelera la caída de las hojas y es muy destructiva, pudiendo llevar incluso hasta la muerte del árbol. Así que muchos de los productores se han visto obligados a reducir la superficie de los terrenos cultivados.

Salario justo, condiciones de vida dignas

El café es uno de los principales productos de comercio justo. Fue el primero en recibir este sello, se escogió simbólicamente por ser el segundo producto más exportado a nivel mundial,  después del petróleo, y porque su precio lo determinaban las bolsas de los mercados internacionales.  Llama la atención que esto fuera así teniendo en cuenta que la producción, como ya hemos visto, está fundamentalmente en manos de pequeñas explotaciones familiares.
Los precios del café habitualmente están sujetos a fuertes fluctuaciones, y vienen fijados por las bolsas de Londres y Nueva York. Gracias al comercio justo se asigna a los pequeños productores el pago de un precio fijo, superior al de mercado, que les permita vivir en condiciones dignas. Y además garantiza que no se recurre a la explotación infantil en el trabajo.

¿Qué puedes hacer para ayudar a los productores locales?


Fairtrade viene desarrollando desde hace años tareas de ayuda a estos productores locales en países como Honduras, Nicaragua o Kenia. La llamada Prima Fairtrade les facilita los recursos para gestionar el control de plagas y enfermedades, renovar los cafetos y la adquisición conocimientos técnicos acerca de la influencia del cambio climático en sus cosechas. 


Ahora acaba de lanzar el Desafío Mundial Fairtrade, un acto simbólico que se celebrará simultáneamente en todo el mundo los días 13, 14 y 15 de mayo, con el objetivo de batir el récord mundial de tazas de café de comercio justo en el plazo de tres días. Se pretende con ello apoyar a estos pequeños productores.  Por eso nos invitan a todos los amantes del café a participar, registrándose en la web y contabilizando el número de tazas de café de comercio justo que toman en estos días. 


Nosotros ya estamos apuntados, ¿y tú?
Únete al Desafío Mundial Fairtrade, y disfruta de alguno de los excelentes cafés de Comercio Justo.




miércoles, 13 de abril de 2016

La Cestería, un Arte Milenario.

Hace aproximadamente 10.000 años, en el Próximo Oriente, los grupos de cazadores-recolectores comenzaron a cambiar progresivamente su forma de vida. Cambios que constituyen lo que los historiadores llamamos Revolución Neolítica, y que sientan las bases de las sociedades humanas de hoy en día. 

Los podemos resumir brevemente en la domesticación de animales y plantas, y en la sedentarización. Los humanos aprendemos a proveernos de alimentos en el mismo sitio donde vivimos, sin necesidad de trasladarnos continuamente en su busca, tal y como veníamos haciendo en los millones de años previos de nuestra evolución como especie.

Interior de una de las cabañas.
Reconstrucción del poblado neolítico de La Draga, en Banyoles (Girona).






Surgen los primeros poblados, como resultado de la agrupación de viviendas en una zona determinada. Las primitivas estructuras de hábitat se hacen permanentes, y se construyen de una forma más sólida, con mejores materiales y con mayor cuidado. Al mismo tiempo, surge la necesidad de almacenar y guardar diferentes elementos, como las herramientas, que ya no teníamos que llevar a todos lados con nosotros y, sobre todo, la necesidad de almacenar el alimento que producíamos, particularmente los cereales.

Y para cubrir gran parte de estas nuevas necesidades, comenzamos a entrelazar fibras vegetales: desarrollamos la cestería.

Cestería tradicional.

Es muy probable que antes de este período ya conociéramos los rudimentos de la cordelería, con el trenzado de tendones animales o fibras gruesas, y parece evidente que ya sabíamos entrelazar palos y ramas para hacer estructuras sencillas que usábamos como cabañas o paravientos, pero es en este momento cuando, con la abundancia creciente de subproductos de la cosecha, como la paja de cereal, y el aumento de tiempo libre que conlleva no tener que pasar todo el día buscando comida, aparecen los primeros ejemplos claros de objetos realizados mediante cestería.

No hay demasiados restos arqueológicos de éstos, ya que al ser de materias vegetales suelen descomponerse con facilidad. Los pocos ejemplos que tenemos provienen de ambientes muy secos y áridos, o bien anaeróbicos (sin oxígeno) que han favorecido su conservación. Hay noticias de restos de cestería hallados en El-Fayum (Egipto), de cerca de 7 milenios de antigüedad.

En la Península Ibérica contamos con los hallazgos de la Cueva de los Murciélagos en Albuñol, Provincia de Granada, donde se encontraron varios cestos de diferente tamaño, y tres sandalias, todos ellos de fibras de esparto, del V o VI milenio antes de Cristo. Otros restos antiguos corresponden a improntas dejadas por estos objetos de cestería en materiales blandos, como arcilla o yeso, y que hacen pensar que las primeras cerámicas que se fabricaron algunos siglos más tarde, utilizaban cestos a modo de plantilla o molde (como el expuesto en el Museo de Burgos).

Parte del conjunto de cestería en esparto de la Cueva de los Murciélagos.


Impronta de cestería en fragmento de arcilla.


























Existen dos técnicas básicas para este arte:

El entrelazado sencillo, donde las fibras o cordeles se van alternando por encima y por debajo de las que están justo a su alrededor, creando así una superficie de “tejido” aplanado, y que suele ser bastante flexible, utilizada en la fabricación de capazos, esteras, elementos de atuendo y protección, etc.

Ötzi, el Hombre de los Hielos (3300 a.C.), en una reconstrucción donde podemos ver la capa
de fibras vegetales que usaba para protegerse del frío alpino. A la derecha, el cuchillo de piedra
y la funda de cestería que también portaba. Su cadáver congelado fue descubierto en el Tirol en 1991.

























El forrado, donde se utilizan varillas flexibles o listones de madera para formar un bastidor, que posteriormente son recubiertos y unidos entre sí con fibras o cordeles más finos y flexibles, creando objetos más rígidos y resistentes, que mantienen la forma. Con esta técnica se ha fabricado desde cestos a diferentes muebles, como sillas, arcones, sillones, camas…


Esportón romano, procedente de las minas de Carthago Nova (Cartagena),
utilizado para la recolección y el transporte del mineral. Siglo II a.C.




Casco ritual de la cultura Lambayeque (Perú), fibras unidas con hilo de
algodón y láminas de oro cosidas a las fibras. 700-1100 d.C.


























A partir de estos dos modos de trabajar la cestería se han desarrollado variaciones y tradiciones a lo largo del tiempo y alrededor de todo el mundo, pero manteniendo la misma esencia de hace milenios. Los materiales utilizados varían según la región en que nos encontremos, siendo los más frecuentes la paja de cereales, el mimbre, el cáñamo, el esparto, las hojas de palmera, los juncos o las cañas, y combinándose con otros materiales como madera o hueso. De hecho, parece que estas técnicas inspiraron o se desarrollaron al mismo tiempo que las de la producción de tejidos en los telares, entrelazando fibras o hilos mucho más finos de la misma manera que en la cestería, a una escala menor.

Hoy en día, la cestería se ha mantenido viva en las comunidades más tradicionales como una parte fundamental de las diferentes culturas, mientras en las sociedades industrializadas permanece a duras penas, relegada prácticamente a un uso decorativo. Son pocos los artesanos que se ocupan de mantener este arte, esforzándose por enseñarlo a las nuevas generaciones, poco receptivas a este tipo de trabajos tradicionales. A pesar de todo, en La Llar Artesanos estamos convencidos que, gracias al empeño y dedicación de los cesteros y cesteras de todo el mundo, la supervivencia de estas manufacturas está asegurada, y nos seguirán acompañando durante muchos años más como una parte apreciada de nuestros ajuares domésticos.

Artesano chino confeccionando una cuna de bambú.

A la izquierda, Antonio González, cestero de Dos Hermanas (Sevilla), que mantiene la tradición viva.























Lo antiguo y tradicional siempre mantendrá su encanto, incluso en una sociedad cada vez más tecnológica como la nuestra.

miércoles, 6 de abril de 2016

Entrevista Pedro Pablo Gea, productor de Charandel, aceite de oliva Virgen Extra procedente de los terrenos del Parque Natural de las Hoces del Cabriel.

Pedro Pablo Gea y Ana Tobar, responsables de Charandel AOVE



“Es una lástima el desconocimiento que existe todavía sobre el aceite en un país que es el primer productor del mundo”










Pedro Pablo Gea es un ingeniero técnico agrícola que lleva más de veinte años en el sector de la hidráulica, dirigiendo una empresa especializada en productos para canalizar el agua. Sin embargo, la necesidad de evadirse de los problemas cotidianos y de reencontrarse con la naturaleza le llevó hace unos años a iniciarse en una nueva aventura: la de adquirir unos terrenos en el Parque Natural de las Hoces del Cabriel y producir su propio aceite. Tuvo que hacer frente a obstáculos con los que no contaba, pero eso sirvió para desarrollar nuevas técnicas y procesos de cultivo, totalmente respetuosos con el ecosistema, que han contribuido a dar a su zumo de oliva ese particular aroma y sabor afrutado que lo convierte en excepcional. Él mismo nos lo cuenta en esta entrevista.

Pedro, ¿cómo surgió la idea de empezar a fabricar este aceite? ¿Cuándo comenzasteis a trabajar en este proyecto?

Bueno, hace ya muchos años que somos productores de aceitunas, pero un poco porque la cantidad no era suficientemente grande y un poco por pereza las entregábamos en la almazara. Nos daban un vale y luego recogíamos los litros que nos correspondían. Lógicamente estos litros eran “del común “. Sin embargo, aunque ese aceite era ya un virgen extra, nosotros queríamos saber  hasta dónde podíamos llegar con una determinada manera de cultivar los olivos y de producir el aceite. 


¿Quiénes formáis parte del equipo? 

De una u otra forma toda la familia, aunque de un modo más intenso Ana  (mi mujer) y yo en lo referente al cultivo y mi hija María en la web y redes sociales. 

Olivos productores en el Parque Natural de las Hoces del Cabriel (Requena, Valencia)



¿Por qué decidisteis situar el olivar en un entorno como el de las Hoces del Cabriel, siendo un suelo difícil, a priori, para el cultivo?

La verdad es que fue una casualidad y también una novatada. Un día en que paseábamos por el campo, en esta zona del Parque de las Hoces, que es muy bonita, vimos un cartel de “se vende”. Yo llevaba tiempo con la ilusión de poner en marcha un proyecto relacionado con la agricultura, que a fin de cuentas es lo que estudié en la universidad, así que llamamos. El precio no nos pareció caro y nos lanzamos sin hacer muchas comprobaciones previas. Luego descubrimos que no había agua de calidad, que el contenido en arcilla del suelo era altísimo, etc. Sin embargo lo que eran adversidades al final parecen haberse convertido en ventajas, y le dan a las olivas  y a su zumo  un sabor muy especial.






Botellas de aceite de oliva arbequina Virgen Extra Charandel




¿Qué diferencia un aceite de oliva común de un aceite de oliva virgen extra como el vuestro?

El tema del aceite de oliva es todo un mundo y el desconocimiento que existe todavía en la sociedad es muy grande. Esto es una pena en un país que es el mayor productor del mundo y el segundo consumidor (por detrás de Italia). Cuando a la gente le dicen “aceite puro de oliva” le suena muy bien, sin embargo no saben que incluye aceite refinado, que no sería apto para el consumo humano de no ser por ese tratamiento industrial. El mejor aceite es el  Virgen Extra, pero dentro de esta categoría también hay grados. No es lo mismo que simplemente no tenga defectos y su acidez se encuentre por debajo de 0,8 (el nuestro tiene 0,12) , que buscar la excelencia en todos los pasos desde el cultivo , la recolección , la elaboración , el almacenamiento …








¿Es la arbequina la mejor variedad para producir este aceite? ¿Cuáles son las propiedades que os ha convencido para escogerla?

Hay muchas variedades de aceitunas, cada una de ellas tiene virtudes y defectos. No se puede decir esta es mejor, o lo es aquella. La arbequina proporciona aceites suaves, afrutados, que gustan. Además, cuando establecimos el cultivo queríamos hacer un súper- intensivo. En aquel momento casi la única variedad con la que se podía hacer esto era arbequina. 

Queríamos un súper-intensivo porque es la única manera en que podemos recolectar con una vendimiadora, unos 25.000 kg por día, que esa misma noche son llevados a la almazara y molturados. Cuando recolectas la oliva y la tienes que guardar unos días hasta juntar la suficiente para poder llevarla a la almazara, empiezan a aparecer fermentaciones y sabores que nos alejan de ese sabor especial que buscamos.

¿Qué es lo primero que vamos a notar en boca al probar vuestro zumo de oliva?

Lo primero que notaremos, antes de la boca, es su intenso aroma a fruta. Una vez en boca es dulce, sabe a plátano, macedonia, pero sin perder un puntito de picor y amargor que nunca llegan a tapar el afrutado y que como sabemos son un atributo del aceite . 

¿Qué beneficios tiene para nuestra salud el zumo de aceite?

Están apareciendo multitud de estudios que no hacen sino confirmar los múltiples beneficios sobre la salud del aceite de oliva. Desde bajar el colesterol malo y subir el bueno hasta determinadas propiedades contra las células cancerosas. Tiene virtudes antiinflamatorias y analgésicas (en internet hay muchísima información sobre este tema). En este sentido, muchas de estas propiedades se derivan de los productos antioxidantes que la propia aceituna tiene para evitar el enranciado del aceite. Por esto  los mejores aceites se obtienen de aceitunas que estaban verdes o enverando en el momento de la recogida, pero no totalmente maduras, ya que entonces estos productos tan beneficiosos para nuestra salud ya habrán desaparecido en gran medida. Pero claro, cuanto más maduras, más rendimiento en aceite. Es lo de siempre, cantidad o calidad, hay que elegir.

Los restos de poda se utilizan para compostaje y el posterior aporte de nutrientes naturales a la tierra

Habéis decidido sustituir procesos de cultivo perjudiciales para el ecosistema, como aplicar insecticidas químicos, por otros métodos más respetuosos con la naturaleza. ¿Cuáles son los beneficios de aplicar estas técnicas en el resultado final del producto? 

Al principio aplicábamos las técnicas de cultivo convencionales, laboreo, insecticidas químicos,  etc. Pero nos dimos cuenta de que estábamos trabajando en contra de la naturaleza y, en el fondo, de nuestros propios intereses. Por ejemplo, una tierra con un contenido muy alto en arcilla es muy difícil de manejar y crea problemas de asfixia radicular, con mucha facilidad se provoca una suela de labor, que es como una piedra por debajo de donde llega la reja del arado. Esto se mitiga con grandes aportaciones de materia orgánica (estiércol), que es carísimo. Pero si en vez de esto dejamos que crezca la hierba, o incluso la sembramos, y cuando llega la primavera y va a empezar a competir con el olivo por el agua la segamos conseguimos dos cosas: por una parte materia orgánica en el suelo (gratis), y por otra que las raíces de esa hierba esponjen el suelo haciéndolo mucho más permeable. 

La aplicación de insecticidas biológicos permite a otros animales, como
las mariquitas, vivir, siendo controladores naturales de otras plagas





En cuanto a los insecticidas, al principio, después de una aplicación con un organofosforado, encontré una culebra de dos metros  muerta en el suelo. Me hizo pensar mucho sobre las consecuencias de estos tratamientos, muchos de ellos en época de nidificación de las aves o cría de mamíferos. Al final lo que estamos aplicando para controlar determinadas plagas muy perjudiciales es un insecticida biológico (Bacillus Thuringinensis), que sólo mata aquellas larvas de lepidópteros que lo ingieren, siendo inofensivo para cualquier otro tipo de insecto o ser vivo . Nos hemos dado cuenta de que controlando este problema el resto de plagas no llegan a adquirir una proporción alarmante, ya que tienen multitud de parásitos y depredadores naturales. Lógicamente cuando hacemos el análisis multiresiduos al aceite (más de 50 productos fitosanitarios, que está disponible en nuestra web) sale cero. En el fondo es simplemente una cuestión de coherencia. 




¿Dónde podemos adquirir este aceite? ¿Aparte de en vuestra tienda online en qué establecimientos está a la venta?

En Valencia lo distribuye Bodegas Gargallo  y las tiendas Original  Comunidad Valenciana (junto a la Lonja y en la estación del AVE). Y por supuesto también puede adquirirse a través de nuestra web, www.charandel.com


¿Cuál es el área de distribución de este producto? ¿Contempláis el mercado internacional?

En realidad, como este es nuestro primer año, todo está por hacer. Han salido botellas de nuestro aceite para muchas provincias españolas y algunas para países como Francia o Lituania.  En cualquier caso nuestra producción es muy limitada  y tampoco nos planteamos una estrategia comercial agresiva.

¿Cuál es la mejor manera de saborear vuestro aceite? Recomiéndanos una receta.

Al ser un aceite suave marida bien con ensaladas, pescados… Por ejemplo, con un carpaccio de bacalao. Pero sinceramente, en las tostadas del desayuno, aunque sé que está feo que yo lo diga, es espectacular. 

Añadir a las tostadas un chorrito de aceite de oliva Charandel es una forma excelente de comenzar el día