sábado, 14 de mayo de 2016

CINCO BENEFICIOS DE PINTAR MANDALAS

Pintar mandalas es una afición que cada vez tiene más adeptos. Quizá esta sociedad en la que vivimos a toda prisa, siempre pendientes de las obligaciones y responsabilidades del mundo exterior, sea la culpable del auge de esta actividad. Se trata de una manera de regalarse a uno mismo un momento de intimidad, de introspección, incluso de volver a conectar con el niño interior, tomando un bloc y una caja de lápices de colores y lanzándose a darle vida a esa figura circular, llena de símbolos indescriptibles que ejercen una poderosa atracción sobre nosotros. Pero, ¿os habéis parado a pensar por qué nos gusta tanto pintar mandalas?


Mandala es una palabra de origen sánscrito, significa círculo. En la cultura hinduista y budista los mandalas simbolizan representaciones del macrocosmos y el microcosmos y son utilizados para la meditación, con el objetivo de establecer conexión entre uno mismo y la divinidad. Habitualmente su forma es circular y todas las figuras contenidas en su interior giran en torno a un eje central, a semejanza de la representación del cosmos, pero también podemos encontrarlos en forma de cuadrados o círculos.



En nuestra cultura occidental el hecho de pintar mandalas persigue, aparte de esta vertiente mística, fines terapéuticos. ¿Sabíais que fue el psicólogo Carl G. Jung quien descubrió sus propiedades curativas a nivel psíquico? Fue durante la Primera Guerra Mundial, mientras estaba en el ejército. Allí adquirió la costumbre de dibujar círculos, de manera inconsciente, hasta que se dio cuenta de que el hecho pintarlos era una manera de expresar sus emociones y  estado de ánimo cada día, le ayudaban a conocerse.





El mandala como terapia

Jung empleó este descubrimiento como un método de investigación sobre la psique humana y fue así como comenzó a aplicar esta técnica como parte de la terapia de sus pacientes. Terapia que continúa aplicándose en la actualidad. ¿Queréis saber cuáles son los beneficios que obtendréis pintando mandalas?


Relaja y ayuda a eliminar el estrés. Se trata de una actividad que enseña a desarrollar la paciencia, ya que se requiere bastante tiempo y atención para colorearlo. Si eres de los que se ansían porque quieren terminarlo todo en seguida te aconsejamos que pruebes esta técnica, aprenderás a bajar el ritmo, a funcionar a otra velocidad y a disfrutar durante el proceso, sin importar el tiempo que tardes en acabar.

Potencia la concentración. Multitud de formas geométricas y figuras que representan elementos de la naturaleza se combinan formando una especie de laberinto pictórico. Tendrás que centrar tu atención plenamente mientras coloreas si no quieres equivocarte. Esto te ayudará a focalizarte en el presente, en el ahora. Te servirá como entrenamiento previo a cualquier trabajo que requiera un alto rendimiento intelectual.


Fomenta la creatividad. Ni qué decir tiene que se trata de una expresión artística en toda regla en la que todo vale. Sólo tienes que dejarte llevar y escoger los colores que más te llamen la atención, sin pensarlo demasiado. Aquí prima la intuición sobre la razón.

Contribuye a la recuperación de la movilidad tras haber sufrido una intervención o dolencia en la articulación. Y de un modo mucho más agradable que repetir interminables series de ejercicios de gimnasia.

Favorece el autodescubrimiento, en realidad lo que hacen es conectarte con tu inconsciente y sacar información de ahí, traerla al plano de la consciencia. Si eres una persona a la que le cuesta expresarse o se bloquea emocionalmente con facilidad comprobarás cómo al colorear estas figuras empiezan a fluir las emociones de manera inesperada, a la vez que te sentirás más en contacto con tu interior, con tu esencia. Te ayudarán a conocerte y a expresarte.

Consejos para pintar un mandala

Puedes utilizar lápices de colores o acuarelas. Y puedes colorear un mandala ya existente o dibujarlo tú mismo, En cualquier caso, antes de lanzarte a colorear tómate unos minutos para observarlo, ponte una música relajante y busca ese espacio y ese momento donde te encuentres tranquilo. Una vez hayas respirado unas cuantas veces y te sientas relajado, ya puedes comenzar la tarea.
La consigna es dejarse llevar, hacer volar la imaginación y disfrutar durante el proceso. ¿Te animas a iniciar este viaje?

domingo, 8 de mayo de 2016

Dichos y palabras curiosas del castellano.

Este año se conmemora el 400 Aniversario de la muerte de nuestro escritor más conocido y reconocido mundialmente: Miguel de Cervantes Saavedra. Y como en La Llar nos encanta la literatura y el lenguaje, hemos pensado que podríamos compartir con vosotros y vosotras algunos de los dichos y palabras en castellano cuyo origen y significado nos resulta más interesante, original o divertido. Pero como en la lista nos salían muchos, hemos seleccionado sólo unos pocos. Esperamos que los disfrutéis, ¡aquí van!:

A buenas horas, mangas verdes.

Durante la Edad Media, la presencia de pequeños grupos de bandoleros en los montes y campos de la Península era frecuente, y además existían nobles que ejercían la violencia contra la población debido a intereses particulares. Muchos pueblos y villas organizaron pequeñas milicias destinadas a la persecución de estos delincuentes, que se denominaron de forma general Hermandades, con una organización similar a las cofradías.

El personaje Pacino de la serie "El Ministerio del Tiempo", vestido con el uniforme de la Santa Hermandad.
Viendo la utilidad de estos “cuerpos de seguridad”, los Reyes Católicos instituyeron en 1476 el Ordenamiento de Madrigal, por el cual se fundaba la Santa Hermandad, un cuerpo militar destinado a la protección de los pueblos y caminos de Castilla (aunque se intentó implantar también en la corona de Aragón, pero fracasó). Su uniforme identificativo consistía en un coleto o chaleco de piel que dejaba al descubierto las mangas de la camisa, que era de color verde, y por ello se les comenzó a llamar “mangas verdes”.

Con el paso del tiempo, la efectividad de la Santa Hermandad comenzó a decaer, y, ya en los siglos XVI y XVII su utilidad estaba en entredicho. Se decía que siempre llegaban tarde a los avisos que recibían, probablemente por falta de personal, y por ello se extendió la frase “A buenas horas, mangas verdes”, para calificar la tardanza excesiva en hacer cualquier cosa.

En 1834 las Cortes disolverán la Santa Hermandad, ocupando sus funciones la Policía y la Guardia Civil.


Defenestrar.

"Segunda defenestración de Praga", que sucedió en 1483. Cuadro de Karel Svoboda de 1844.




Palabra derivada del Latín fenestra, que significa ventana (en valenciano finestra, en francés fenêtre) y el prefijo de-, que quiere decir "de, desde".

Literalmente “desde la ventana”, nos traslada a épocas en que, para apartar a alguien considerado enemigo, ya fuera político, militar, noble o eclesiástico, se empujaba a dicho personaje por una ventana alta para asesinarlo, o como castigo ejemplar ante el pueblo congregado bajo la ventana.

Hoy lo entendemos como el acto de quitar a alguien de un cargo de forma rápida o inesperada. Sin necesariamente morir, claro.









Cantar las cuarenta.
Caballo y Rey de Oros de la baraja española.

Esta expresión tan utilizada a lo largo de la geografía española, y que quiere decir “echar una bronca” o “regañar con fuerza”, tiene su origen en el Tute, un juego de naipes.

La combinación de la carta del Rey y la del Caballo al principio de la partida suma cuarenta puntos, y el jugador que la obtiene está obligado a “cantar” o decir en voz alta que posee dicha puntuación. Los contrincantes suelen amenazarse entre ellos con “cantar las cuarenta”, y ganar así la partida, y desde aquí la expresión pasó al acervo popular con el significado que le damos actualmente.




Nadar y guardar la ropa.

Nada más sabio que el Refranero Popular, ¿verdad? 

Nadar y guardar la ropa, o lo que es lo mismo, saber cubrirse las espaldas o ser precavido, no tiene un origen excesivamente claro, aunque por lo que parece, es bastante literal. Durante muchos años ha sido costumbre darse baños en los ríos, lagos, pozas… debiendo desnudarse y despojarse de objetos personales que se dejaban en la orilla de los mismos, y que de esta forma estaban al alcance de ladronzuelos que no dudaban en apoderarse de ellos ante la ausencia de su dueño legítimo. Si uno no quería verse completamente desnudo y desvalido al terminar el baño, debía saber “guardar la ropa” mientras nadaba. Y de aquí al refranero, sólo había un paso…

Cuidado con los amigos de lo ajeno, ¡aunque no estemos nadando!


Tener más cuento que Calleja.

Algunos de los pequeños grandes Cuentos de Calleja.

Madrid, 1879. Un joven burgalés de 26 años, Saturnino Calleja Fernández, compra la librería de su padre Fernando y la convierte en la Editorial Calleja. Su sueño: que todos los niños disfrutaran con la lectura y la encontrasen accesible, en una España con un índice de analfabetismo cercano al 75%. 

Para conseguirlo, lanzó colecciones de cuentos con bellas y cuidadas ilustraciones que atraían al instante a los niños, de tamaño diminuto (unos 7x5 centímetros) y con tiradas de decenas de miles de ejemplares, que abarataron su precio hasta hacerlos accesibles a cualquier pequeño lector. Además distribuyó de forma gratuita estas colecciones por innumerables colegios españoles, y así, generaciones enteras crecieron con los numerosos cuentos de Calleja. Se hicieron tan famosos que la expresión “tener más cuento que Calleja” pasó a la cultura española en poco tiempo, acuñando también el hoy tradicional cierre de los cuentos “fueron felices y comieron perdices”.

Calleja fue un hombre profundamente preocupado por la pedagogía y la cultura, y desde su editorial publicó, además de cuentos, atlas, libros de medicina, de texto, pedagogía, diccionarios ilustrados y obras de literatura, con cerca de 3000 títulos en total.








Tirano.
Busto en mármol de Pisístrato de Atenas, que gobernó la ciudad a mediados del siglo VI a.C

En la Grecia Antigua, el gobierno de las diferentes ciudades-estado o polis estaba en manos de oligarquías aristocráticas, en muchos casos con connotaciones sacerdotales, que ostentaban el poder basándose en la tradición ancestral, la mitología y la religión. En la mayoría de los casos adoptaron la forma de monarquías, que sobrevivieron sin excesivos problemas hasta entrado el siglo VI a.C.

En este momento se producen tensiones entre la aristocracia y las clases populares, que reclamaban mejoras en su calidad de vida y derechos (entre ellas, el cese de los abusos de los primeros sobre ellos), y que coinciden con las primeras influencias de Persia en el Peloponeso. Apoyados por la mayoría de la población y por los persas, que buscan aumentar su  influencia política, se derriban los regímenes aristocráticos, imponiendo por la fuerza a diferentes tyrannos, que es como se llamaba a estos gobernantes favorables al pueblo, con una connotación muy positiva para el término entre estas clases bajas. Nombres como Pisístrato de Atenas, Polícrates de Samos, o Fidón de Argos aún son conocidos para nosotros.

Sin embargo no fueron capaces de solucionar los problemas de sus ciudades, y en pocos siglos los tiranos también fueron derrocados, comenzando a ser duramente criticados por sus sucesores por demagogos, corruptos, ineficaces, o por intentar perpetuar a sus herederos en el gobierno a modo de nuevas monarquías, y todos los calificativos peyorativos con que asociamos a esta palabra en época contemporánea.




¿Os han gustado? Nosotros lo hemos pasado tan bien, que ya estamos preparando una segunda entrega para dentro de poco. ¡¡Estad atentos y atentas!!

sábado, 23 de abril de 2016

Por qué tomar café de Comercio Justo


¿Sabes que…?

 El café procede de un arbusto denominado cafeto,  originario de Etiopía. 

Existen más de treinta variedades de café distintas. 

Las tres cuartas partes de la producción mundial proceden de la variedad denominada Coffea arabica (café arábico).

Granos de café.
Planta del Cafeto (Coffea arabica)




















El cultivo del café

El cultivo del café resulta bastante delicado, sobre en el caso del café arábico, y requiere de un clima fresco. Por ello las plantaciones se sitúan en zonas de alta montaña. La planta florece en la época de lluvias y aproximadamente ocho meses después es cuando brotan las bayas, que contienen los granos de café.



El momento de la recolección requiere de mucha mano de obra, puesto que los granos se recogen manualmente y sólo se escogen los que están maduros, con cuidado para no dañar las yemas de las ramas. Por ello suele repasarse varias veces el mismo arbusto hasta haberlo desgranado correctamente. Los trabajadores llevan un cesto atado a la cintura donde van depositando los granos de café y una vez llenos se encargan de vaciarlos en los lugares correspondientes.

Bayas de café maduras
Bayas de café, con los granos en su interior.





















Os dejamos este dato, de especial relevancia:

El 80% de la producción mundial de café procede de pequeñas explotaciones familiares, de superficie inferior a 10 hectáreas.




¿Cómo está afectando el cambio climático a los caficultores?

El cambio climático está incidiendo con especial crudeza en los caficultores.  Sus efectos se manifiestan en forma de sequías, inundaciones y enfermedades de los cultivos. Teniendo en cuenta que las plantas de café son extremadamente sensibles a los cambios de temperatura, la cosecha  se vuelve cada vez más difícil para estos millones de productores locales, que en muchos casos viven con menos de 2 dólares al día.


Concretamente en Latinoamérica se está extendiendo de forma preocupante la enfermedad de la roya, debido a las cada vez más altas temperaturas, el aumento de las precipitaciones y la humedad. Esta enfermedad está provocada por la presencia de un hongo que acelera la caída de las hojas y es muy destructiva, pudiendo llevar incluso hasta la muerte del árbol. Así que muchos de los productores se han visto obligados a reducir la superficie de los terrenos cultivados.

Salario justo, condiciones de vida dignas

El café es uno de los principales productos de comercio justo. Fue el primero en recibir este sello, se escogió simbólicamente por ser el segundo producto más exportado a nivel mundial,  después del petróleo, y porque su precio lo determinaban las bolsas de los mercados internacionales.  Llama la atención que esto fuera así teniendo en cuenta que la producción, como ya hemos visto, está fundamentalmente en manos de pequeñas explotaciones familiares.
Los precios del café habitualmente están sujetos a fuertes fluctuaciones, y vienen fijados por las bolsas de Londres y Nueva York. Gracias al comercio justo se asigna a los pequeños productores el pago de un precio fijo, superior al de mercado, que les permita vivir en condiciones dignas. Y además garantiza que no se recurre a la explotación infantil en el trabajo.

¿Qué puedes hacer para ayudar a los productores locales?


Fairtrade viene desarrollando desde hace años tareas de ayuda a estos productores locales en países como Honduras, Nicaragua o Kenia. La llamada Prima Fairtrade les facilita los recursos para gestionar el control de plagas y enfermedades, renovar los cafetos y la adquisición conocimientos técnicos acerca de la influencia del cambio climático en sus cosechas. 


Ahora acaba de lanzar el Desafío Mundial Fairtrade, un acto simbólico que se celebrará simultáneamente en todo el mundo los días 13, 14 y 15 de mayo, con el objetivo de batir el récord mundial de tazas de café de comercio justo en el plazo de tres días. Se pretende con ello apoyar a estos pequeños productores.  Por eso nos invitan a todos los amantes del café a participar, registrándose en la web y contabilizando el número de tazas de café de comercio justo que toman en estos días. 


Nosotros ya estamos apuntados, ¿y tú?
Únete al Desafío Mundial Fairtrade, y disfruta de alguno de los excelentes cafés de Comercio Justo.




miércoles, 13 de abril de 2016

La Cestería, un Arte Milenario.

Hace aproximadamente 10.000 años, en el Próximo Oriente, los grupos de cazadores-recolectores comenzaron a cambiar progresivamente su forma de vida. Cambios que constituyen lo que los historiadores llamamos Revolución Neolítica, y que sientan las bases de las sociedades humanas de hoy en día. 

Los podemos resumir brevemente en la domesticación de animales y plantas, y en la sedentarización. Los humanos aprendemos a proveernos de alimentos en el mismo sitio donde vivimos, sin necesidad de trasladarnos continuamente en su busca, tal y como veníamos haciendo en los millones de años previos de nuestra evolución como especie.

Interior de una de las cabañas.
Reconstrucción del poblado neolítico de La Draga, en Banyoles (Girona).






Surgen los primeros poblados, como resultado de la agrupación de viviendas en una zona determinada. Las primitivas estructuras de hábitat se hacen permanentes, y se construyen de una forma más sólida, con mejores materiales y con mayor cuidado. Al mismo tiempo, surge la necesidad de almacenar y guardar diferentes elementos, como las herramientas, que ya no teníamos que llevar a todos lados con nosotros y, sobre todo, la necesidad de almacenar el alimento que producíamos, particularmente los cereales.

Y para cubrir gran parte de estas nuevas necesidades, comenzamos a entrelazar fibras vegetales: desarrollamos la cestería.

Cestería tradicional.

Es muy probable que antes de este período ya conociéramos los rudimentos de la cordelería, con el trenzado de tendones animales o fibras gruesas, y parece evidente que ya sabíamos entrelazar palos y ramas para hacer estructuras sencillas que usábamos como cabañas o paravientos, pero es en este momento cuando, con la abundancia creciente de subproductos de la cosecha, como la paja de cereal, y el aumento de tiempo libre que conlleva no tener que pasar todo el día buscando comida, aparecen los primeros ejemplos claros de objetos realizados mediante cestería.

No hay demasiados restos arqueológicos de éstos, ya que al ser de materias vegetales suelen descomponerse con facilidad. Los pocos ejemplos que tenemos provienen de ambientes muy secos y áridos, o bien anaeróbicos (sin oxígeno) que han favorecido su conservación. Hay noticias de restos de cestería hallados en El-Fayum (Egipto), de cerca de 7 milenios de antigüedad.

En la Península Ibérica contamos con los hallazgos de la Cueva de los Murciélagos en Albuñol, Provincia de Granada, donde se encontraron varios cestos de diferente tamaño, y tres sandalias, todos ellos de fibras de esparto, del V o VI milenio antes de Cristo. Otros restos antiguos corresponden a improntas dejadas por estos objetos de cestería en materiales blandos, como arcilla o yeso, y que hacen pensar que las primeras cerámicas que se fabricaron algunos siglos más tarde, utilizaban cestos a modo de plantilla o molde (como el expuesto en el Museo de Burgos).

Parte del conjunto de cestería en esparto de la Cueva de los Murciélagos.


Impronta de cestería en fragmento de arcilla.


























Existen dos técnicas básicas para este arte:

El entrelazado sencillo, donde las fibras o cordeles se van alternando por encima y por debajo de las que están justo a su alrededor, creando así una superficie de “tejido” aplanado, y que suele ser bastante flexible, utilizada en la fabricación de capazos, esteras, elementos de atuendo y protección, etc.

Ötzi, el Hombre de los Hielos (3300 a.C.), en una reconstrucción donde podemos ver la capa
de fibras vegetales que usaba para protegerse del frío alpino. A la derecha, el cuchillo de piedra
y la funda de cestería que también portaba. Su cadáver congelado fue descubierto en el Tirol en 1991.

























El forrado, donde se utilizan varillas flexibles o listones de madera para formar un bastidor, que posteriormente son recubiertos y unidos entre sí con fibras o cordeles más finos y flexibles, creando objetos más rígidos y resistentes, que mantienen la forma. Con esta técnica se ha fabricado desde cestos a diferentes muebles, como sillas, arcones, sillones, camas…


Esportón romano, procedente de las minas de Carthago Nova (Cartagena),
utilizado para la recolección y el transporte del mineral. Siglo II a.C.




Casco ritual de la cultura Lambayeque (Perú), fibras unidas con hilo de
algodón y láminas de oro cosidas a las fibras. 700-1100 d.C.


























A partir de estos dos modos de trabajar la cestería se han desarrollado variaciones y tradiciones a lo largo del tiempo y alrededor de todo el mundo, pero manteniendo la misma esencia de hace milenios. Los materiales utilizados varían según la región en que nos encontremos, siendo los más frecuentes la paja de cereales, el mimbre, el cáñamo, el esparto, las hojas de palmera, los juncos o las cañas, y combinándose con otros materiales como madera o hueso. De hecho, parece que estas técnicas inspiraron o se desarrollaron al mismo tiempo que las de la producción de tejidos en los telares, entrelazando fibras o hilos mucho más finos de la misma manera que en la cestería, a una escala menor.

Hoy en día, la cestería se ha mantenido viva en las comunidades más tradicionales como una parte fundamental de las diferentes culturas, mientras en las sociedades industrializadas permanece a duras penas, relegada prácticamente a un uso decorativo. Son pocos los artesanos que se ocupan de mantener este arte, esforzándose por enseñarlo a las nuevas generaciones, poco receptivas a este tipo de trabajos tradicionales. A pesar de todo, en La Llar Artesanos estamos convencidos que, gracias al empeño y dedicación de los cesteros y cesteras de todo el mundo, la supervivencia de estas manufacturas está asegurada, y nos seguirán acompañando durante muchos años más como una parte apreciada de nuestros ajuares domésticos.

Artesano chino confeccionando una cuna de bambú.

A la izquierda, Antonio González, cestero de Dos Hermanas (Sevilla), que mantiene la tradición viva.























Lo antiguo y tradicional siempre mantendrá su encanto, incluso en una sociedad cada vez más tecnológica como la nuestra.

miércoles, 6 de abril de 2016

Entrevista Pedro Pablo Gea, productor de Charandel, aceite de oliva Virgen Extra procedente de los terrenos del Parque Natural de las Hoces del Cabriel.

Pedro Pablo Gea y Ana Tobar, responsables de Charandel AOVE



“Es una lástima el desconocimiento que existe todavía sobre el aceite en un país que es el primer productor del mundo”










Pedro Pablo Gea es un ingeniero técnico agrícola que lleva más de veinte años en el sector de la hidráulica, dirigiendo una empresa especializada en productos para canalizar el agua. Sin embargo, la necesidad de evadirse de los problemas cotidianos y de reencontrarse con la naturaleza le llevó hace unos años a iniciarse en una nueva aventura: la de adquirir unos terrenos en el Parque Natural de las Hoces del Cabriel y producir su propio aceite. Tuvo que hacer frente a obstáculos con los que no contaba, pero eso sirvió para desarrollar nuevas técnicas y procesos de cultivo, totalmente respetuosos con el ecosistema, que han contribuido a dar a su zumo de oliva ese particular aroma y sabor afrutado que lo convierte en excepcional. Él mismo nos lo cuenta en esta entrevista.

Pedro, ¿cómo surgió la idea de empezar a fabricar este aceite? ¿Cuándo comenzasteis a trabajar en este proyecto?

Bueno, hace ya muchos años que somos productores de aceitunas, pero un poco porque la cantidad no era suficientemente grande y un poco por pereza las entregábamos en la almazara. Nos daban un vale y luego recogíamos los litros que nos correspondían. Lógicamente estos litros eran “del común “. Sin embargo, aunque ese aceite era ya un virgen extra, nosotros queríamos saber  hasta dónde podíamos llegar con una determinada manera de cultivar los olivos y de producir el aceite. 


¿Quiénes formáis parte del equipo? 

De una u otra forma toda la familia, aunque de un modo más intenso Ana  (mi mujer) y yo en lo referente al cultivo y mi hija María en la web y redes sociales. 

Olivos productores en el Parque Natural de las Hoces del Cabriel (Requena, Valencia)



¿Por qué decidisteis situar el olivar en un entorno como el de las Hoces del Cabriel, siendo un suelo difícil, a priori, para el cultivo?

La verdad es que fue una casualidad y también una novatada. Un día en que paseábamos por el campo, en esta zona del Parque de las Hoces, que es muy bonita, vimos un cartel de “se vende”. Yo llevaba tiempo con la ilusión de poner en marcha un proyecto relacionado con la agricultura, que a fin de cuentas es lo que estudié en la universidad, así que llamamos. El precio no nos pareció caro y nos lanzamos sin hacer muchas comprobaciones previas. Luego descubrimos que no había agua de calidad, que el contenido en arcilla del suelo era altísimo, etc. Sin embargo lo que eran adversidades al final parecen haberse convertido en ventajas, y le dan a las olivas  y a su zumo  un sabor muy especial.






Botellas de aceite de oliva arbequina Virgen Extra Charandel




¿Qué diferencia un aceite de oliva común de un aceite de oliva virgen extra como el vuestro?

El tema del aceite de oliva es todo un mundo y el desconocimiento que existe todavía en la sociedad es muy grande. Esto es una pena en un país que es el mayor productor del mundo y el segundo consumidor (por detrás de Italia). Cuando a la gente le dicen “aceite puro de oliva” le suena muy bien, sin embargo no saben que incluye aceite refinado, que no sería apto para el consumo humano de no ser por ese tratamiento industrial. El mejor aceite es el  Virgen Extra, pero dentro de esta categoría también hay grados. No es lo mismo que simplemente no tenga defectos y su acidez se encuentre por debajo de 0,8 (el nuestro tiene 0,12) , que buscar la excelencia en todos los pasos desde el cultivo , la recolección , la elaboración , el almacenamiento …








¿Es la arbequina la mejor variedad para producir este aceite? ¿Cuáles son las propiedades que os ha convencido para escogerla?

Hay muchas variedades de aceitunas, cada una de ellas tiene virtudes y defectos. No se puede decir esta es mejor, o lo es aquella. La arbequina proporciona aceites suaves, afrutados, que gustan. Además, cuando establecimos el cultivo queríamos hacer un súper- intensivo. En aquel momento casi la única variedad con la que se podía hacer esto era arbequina. 

Queríamos un súper-intensivo porque es la única manera en que podemos recolectar con una vendimiadora, unos 25.000 kg por día, que esa misma noche son llevados a la almazara y molturados. Cuando recolectas la oliva y la tienes que guardar unos días hasta juntar la suficiente para poder llevarla a la almazara, empiezan a aparecer fermentaciones y sabores que nos alejan de ese sabor especial que buscamos.

¿Qué es lo primero que vamos a notar en boca al probar vuestro zumo de oliva?

Lo primero que notaremos, antes de la boca, es su intenso aroma a fruta. Una vez en boca es dulce, sabe a plátano, macedonia, pero sin perder un puntito de picor y amargor que nunca llegan a tapar el afrutado y que como sabemos son un atributo del aceite . 

¿Qué beneficios tiene para nuestra salud el zumo de aceite?

Están apareciendo multitud de estudios que no hacen sino confirmar los múltiples beneficios sobre la salud del aceite de oliva. Desde bajar el colesterol malo y subir el bueno hasta determinadas propiedades contra las células cancerosas. Tiene virtudes antiinflamatorias y analgésicas (en internet hay muchísima información sobre este tema). En este sentido, muchas de estas propiedades se derivan de los productos antioxidantes que la propia aceituna tiene para evitar el enranciado del aceite. Por esto  los mejores aceites se obtienen de aceitunas que estaban verdes o enverando en el momento de la recogida, pero no totalmente maduras, ya que entonces estos productos tan beneficiosos para nuestra salud ya habrán desaparecido en gran medida. Pero claro, cuanto más maduras, más rendimiento en aceite. Es lo de siempre, cantidad o calidad, hay que elegir.

Los restos de poda se utilizan para compostaje y el posterior aporte de nutrientes naturales a la tierra

Habéis decidido sustituir procesos de cultivo perjudiciales para el ecosistema, como aplicar insecticidas químicos, por otros métodos más respetuosos con la naturaleza. ¿Cuáles son los beneficios de aplicar estas técnicas en el resultado final del producto? 

Al principio aplicábamos las técnicas de cultivo convencionales, laboreo, insecticidas químicos,  etc. Pero nos dimos cuenta de que estábamos trabajando en contra de la naturaleza y, en el fondo, de nuestros propios intereses. Por ejemplo, una tierra con un contenido muy alto en arcilla es muy difícil de manejar y crea problemas de asfixia radicular, con mucha facilidad se provoca una suela de labor, que es como una piedra por debajo de donde llega la reja del arado. Esto se mitiga con grandes aportaciones de materia orgánica (estiércol), que es carísimo. Pero si en vez de esto dejamos que crezca la hierba, o incluso la sembramos, y cuando llega la primavera y va a empezar a competir con el olivo por el agua la segamos conseguimos dos cosas: por una parte materia orgánica en el suelo (gratis), y por otra que las raíces de esa hierba esponjen el suelo haciéndolo mucho más permeable. 

La aplicación de insecticidas biológicos permite a otros animales, como
las mariquitas, vivir, siendo controladores naturales de otras plagas





En cuanto a los insecticidas, al principio, después de una aplicación con un organofosforado, encontré una culebra de dos metros  muerta en el suelo. Me hizo pensar mucho sobre las consecuencias de estos tratamientos, muchos de ellos en época de nidificación de las aves o cría de mamíferos. Al final lo que estamos aplicando para controlar determinadas plagas muy perjudiciales es un insecticida biológico (Bacillus Thuringinensis), que sólo mata aquellas larvas de lepidópteros que lo ingieren, siendo inofensivo para cualquier otro tipo de insecto o ser vivo . Nos hemos dado cuenta de que controlando este problema el resto de plagas no llegan a adquirir una proporción alarmante, ya que tienen multitud de parásitos y depredadores naturales. Lógicamente cuando hacemos el análisis multiresiduos al aceite (más de 50 productos fitosanitarios, que está disponible en nuestra web) sale cero. En el fondo es simplemente una cuestión de coherencia. 




¿Dónde podemos adquirir este aceite? ¿Aparte de en vuestra tienda online en qué establecimientos está a la venta?

En Valencia lo distribuye Bodegas Gargallo  y las tiendas Original  Comunidad Valenciana (junto a la Lonja y en la estación del AVE). Y por supuesto también puede adquirirse a través de nuestra web, www.charandel.com


¿Cuál es el área de distribución de este producto? ¿Contempláis el mercado internacional?

En realidad, como este es nuestro primer año, todo está por hacer. Han salido botellas de nuestro aceite para muchas provincias españolas y algunas para países como Francia o Lituania.  En cualquier caso nuestra producción es muy limitada  y tampoco nos planteamos una estrategia comercial agresiva.

¿Cuál es la mejor manera de saborear vuestro aceite? Recomiéndanos una receta.

Al ser un aceite suave marida bien con ensaladas, pescados… Por ejemplo, con un carpaccio de bacalao. Pero sinceramente, en las tostadas del desayuno, aunque sé que está feo que yo lo diga, es espectacular. 

Añadir a las tostadas un chorrito de aceite de oliva Charandel es una forma excelente de comenzar el día

jueves, 31 de marzo de 2016

¿Vives en una Ciudad por el Comercio Justo?

En el año 2000, un grupo de voluntarios de la ciudad inglesa de Garstang decidieron unirse para comenzar a introducir productos de comercio justo en colegios, tiendas, cafeterías, empresas y organismos públicos de su ciudad. Para ello mantuvieron reuniones con los responsables de cada uno de estos sectores. El resultado fue que esta localidad perteneciente al condado de Lancashire, al Noroeste de Inglaterra, fue proclamada la primera Ciudad por el Comercio Justo del mundo, en 2001.

A partir de aquí el movimiento se extendió a otros lugares en todo el planeta. En la actualidad existen 19 países y más de 1000 localidades que ostentan este título de Ciudad por el Comercio Justo. En España la primera fue Córdoba, en 2008, y poco a poco se han ido añadiendo otras ciudades. La organización IDEAS (Iniciativas de Economía Alternativa y Solidaria) es la responsable de coordinar este movimiento en nuestro país y de asignar la distinción correspondiente.

Patio de una vivienda de Córdoba, primera Ciudad por el Comercio Justo de España.


¿Qué es una Ciudad por el Comercio Justo?

Es aquella que se compromete a poner a disposición de los ciudadanos productos de comercio justo a través de las administraciones, comercios, empresas y asociaciones.
Hace un par de semanas estuvimos hablando con Laura Perona, responsable de comunicación de Fairtrade España, acerca de lo que es el comercio justo, aprovechando que este año se cumplen treinta años de la apertura de la primera tienda en nuestro país. El comercio justo basa toda su actividad en la obtención de una mayor justicia social, del  respeto a los derechos humanos y del fomento del desarrollo sostenible. Entre sus principios destacan la lucha contra la explotación infantil, la aplicación de unas condiciones laborales dignas para todos los trabajadores, el pago de un precio justo a los productores, el cuidado del medio ambiente y la transparencia  y funcionamiento democrático de todas las organizaciones implicadas.

Empresas y comercios deben poner a disposición del público productos de Comercio Justo.
Productos de agricultura sostenible.



















¿Qué requisitos debe cumplir una ciudad para obtener la distinción de Ciudad Justa?


Campañas de sensibilización en colegios e institutos.

Es necesario seguir estos cinco criterios para acreditarse como ciudad justa:

1. Aprobar una resolución favorable al comercio justo y al consumo de este tipo de productos por parte del ayuntamiento.

2. Ofrecer productos de comercio justo en cafés, restaurantes y tiendas de la ciudad.

3. Compromiso del sector privado y organizaciones introduciendo este tipo de productos en su consumo interno

4. Comunicación y sensibilización a la ciudadanía

5. Creación de un grupo de trabajo que coordine el programa. Cualquier localidad que desee formar parte de este grupo tan sólo tendrá que descargar la solicitud desde la página web www.ciudadjusta.org y a partir de ahí se iniciará el proceso.


¿Cuáles son las Ciudades por el Comercio Justo de España?


Bilbao, Ciudad por el Comercio Justo.

Actualmente son las siguientes:

Bilbao
Córdoba
Donostia-San Sebastián
Espejo (Córdoba, Andalucía)
Getxo  (Vizcaya, Euskadi)
Laredo (Cantabria)
Legazpi  (Guipúzcoa, Euskadi)
León (Castilla y León)
Madrid
Málaga (Andalucía)
Orihuela (Alicante, Comunidad Valenciana)
Puerto Real (Cádiz, Andalucía)
Teresa (Castellón, Comunidad Valenciana)
Torrelavega (Cantabria)






Aparte de estas hay otras que ya están en proceso para conseguir esta mención y que cumplen los criterios necesarios, como Valladolid o Zaragoza, y otras que llevan camino de conseguirlo en breve, como Albacete, Fuenlabrada y Mallorca.

Nos haría mucha ilusión que, si vives en una de estas ciudades, nos aportes tus comentarios sobre cuál es la experiencia que estás viviendo al respecto: ¿están accesibles los productos de comercio justo en las tiendas de tu ciudad? ¿Existe un compromiso hacia ello en los colegios y universidades? ¿Tu ayuntamiento vela por la protección de estos productos? ¿En la empresa donde trabajas están presentes? Cuéntanoslo aquí debajo, estaremos encantados de compartir tus comentarios.



miércoles, 23 de marzo de 2016

Pequeña Historia de la costura: la aguja y el hilo


Nos han acompañado toda la vida, desde los primeros recuerdos, como símbolo clásico de la costura y la confección de ropa. La aguja y el hilo forman parte del acervo cultural humano como herramientas básicas para cualquier sociedad, y que todos reconocemos al instante pero, ¿cuándo se inventaron? Hoy, La Llar Artesanos te lo cuenta.


La aguja y el hilo se utilizan básicamente para unir piezas de telas, pieles u otros materiales entre ellas. Podemos pensar que estos objetos se inventaron cuando el Ser Humano comenzó a utilizar las pieles de los animales que cazaba, pero la realidad es algo diferente.

Homo erectus vestidos con taparrabos de piel.


La primera especie humana que utilizó las pieles como vestimenta fue probablemente Homo erectus, que ya habría perdido gran parte de su pelo corporal y, al expandirse a latitudes superiores, más frías, necesitaba prendas para evitar la pérdida de calor corporal. La invención de los raspadores de sílex, que se utilizaban para limpiar y curtir las pieles, marcarían este momento hace casi un millón y medio de años. 

Sin embargo eran prendas muy sencillas, aprovechando las pieles enteras o grandes piezas separadas, sujetas al cuerpo con otras tiras de piel o tendones. 


Ropa neandertal, más compleja.












El desarrollo de vestimentas más complejas va aparejado a la propia evolución humana y al entorno que habitaban, y sabemos que el clima, por ejemplo, era más frío que en la actualidad, con varios períodos glaciares intercalados con breves etapas cálidas. Los neandertales, hace 200.000 años, ya vestían túnicas y capas realizadas con trozos de piel que eran cosidos entre ellos con largos tendones de animales o tiras de cuero. Es probable que las primeras agujas aparecieran en este momento, y que fueran de madera, pues no se han conservado restos de ellas. 
Reconstrucción de la vestimenta de Ötzi, el hombre del Calcolítico
 (hace 5000 años) cuya momia y objetos personales se encontraron
excepcionalmente conservados en un glaciar del Tirol.



Y entonces llegamos nosotros, los Homo sapiens, y con nosotros llegó la revolución: hace 20.000 años ya sabíamos fabricar hilos y cordajes con fibras animales y vegetales, que servían para coser piezas más pequeñas de piel (aprovechando al máximo las de animales pequeños como conejos, zorros, hurones, etc), aumentando la eficiencia y complejidad en diseño de la ropa. También empezamos a coser pieles para otros usos, como bolsas, tiendas de campaña, contenedores de agua, canoas, y un etcétera muy largo.

Y claro, hacían falta agujas de buena calidad, resistentes y de puntas afiladas. Las primeras que encontramos en los yacimientos son de hueso o asta de ciervo y en algunos casos, de marfil. Están tan bien diseñadas, que apenas han cambiado en tantos miles de años: agujas con ojo, agujas sólo con punta, y en algunos arpones de hueso podríamos incluso identificar la forma de las modernas agujas de ganchillo. Y por supuesto, se utilizaban para tantas cosas como hoy en día: costura, caza-pesca, cosmética, medicina, adorno personal…









Aguja de hueso de Altamira.

Con el Neolítico (VIII Milenio antes de Cristo) se desarrolla la tecnología del hilado de fibras animales (lana) y vegetales (lino), y su tejido posterior en telares manuales. El trabajo con la tela hace que se inventen agujas con cabeza (alfileres) para hacer composturas previas al cosido, y al mismo tiempo, las agujas de coser se adelgazan para trabajar con hilos de menor grosor y para permitir trabajos delicados como el bordado.






Telar manual neolítico.

La siguiente evolución de la aguja llega con la invención de los metales, que permiten el diseño de agujas curvas para trabajos específicos y con una mayor resistencia a la rotura o la pérdida de filo, y facilitan su fabricación. Primero en cobre, después en bronce, en hierro o en acero, actualmente encontraremos agujas diferentes para decenas de trabajos distintos, pero basadas en aquel diseño inicial de la Prehistoria.






Agujas de hueso romanas.








Agujas metálicas actuales.
















De la misma forma, la manufactura del hilo se ha basado en el peinado de las fibras, ya sea lana, lino, o algodón, con el objetivo de enredarlas entre ellas, creando pequeños filamentos. posteriormente, estos filamentos se estiran y enrollan entre ellos nuevamente, creando un hilo o fibra contínua y resistente. El primer torcido del hilo se debió hacer a mano, aunque no tardamos en inventar herramientas que nos facilitaron la tarea: el huso y la fusayola se utilizan a modo de peonza, para retorcer y girar el hilo con el mismo movimiento circular. El hilo resultante se va enrollando alrededor del huso, formando un carrete o bobina. Posteriormente se inventaría la rueca, que utiliza el mismo principio que el huso, mecanizándolo. 

Hilado manual con huso y fusayola.
Hilado manual con rueca.



















El paso del tiempo ha cambiado poco el proceso de hilado, y las novedades se han dado debido al descubrimiento de nuevos materiales, como el algodón, la seda, o las fibras sintéticas de las últimas décadas, buscando ante todo un aumento de la resistencia y la durabilidad de los hilos, y manteniendo el concepto original que inventamos en el Neolítico.

 Y es que, si los diseños de la aguja y el hilo siguen siendo válidos después de tantos milenios, ¿Para qué cambiarlos?