jueves, 11 de febrero de 2016

Conoce cuál es tu huella de carbono personal

En el mes de noviembre pasado se celebró en Ginebra una reunión previa a la Cumbre del Clima de París. Uno de los investigadores asistentes, Michael Jarand, lanzó un mensaje nada alentador: “Los gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzaron nuevos máximos y durante la primavera de 2015 del hemisferio norte la concentración mundial de CO2 superó por primera vez la barrera de las 400 partículas por millón. Son malas noticias para el planeta”.

La Organización Meterorológica Mundial  ha confirmado estas malas noticias al catalogar  el 2015 como el año más cálido de la historia. En la cumbre de París de diciembre los países firmantes se marcaron como objetivo  evitar que la temperatura del planeta alcance una subida de 2ºC antes de final de siglo.


¿Por qué aumenta la temperatura del planeta?

La temperatura del planeta aumenta por la concentración de los llamados gases de efecto invernadero, principalmente el CO2. De entrada hay que decir que estos gases son necesarios porque actúan como una capa protectora para mantener dicha temperatura en unos índices que permitan la vida. Si no existieran habría 30ºC menos de media, imposibilitando prácticamente la habitabilidad.

El CO2 se libera a la atmósfera a través de la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural.  Las plantas aquí cumplen una función fundamental, puesto que absorben estos gases y contribuyen a restablecer el equilibrio en la atmósfera. Pero si estos gases se concentran en exceso lo que hacen es atrapar el calor y por consiguiente, provocar un calentamiento excesivo del globo terráqueo, lo que conocemos como el calentamiento global.



Cómo afecta la acción del hombre al calentamiento global.

Con la industrialización del s. XIX comenzó un proceso en el que la emisión de GEI (gases de efecto invernadero) fue aumentando progresivamente, a la vez que la deforestación y la destrucción de los recursos naturales. La acción del hombre ha sido la responsable de este proceso y de que  la temperatura de la Tierra se haya elevado 1ºC desde entonces. La situación en nuestros días es cada vez más preocupante y muestra de ello fueron la sorprendente cantidad de países que participaron activamente en la pasada cumbre de París.

El invierno excepcionalmente cálido que estamos viviendo está directamente vinculado con este fenómeno. Las consecuencias del calentamiento global se vienen estudiando desde hace años y las organizaciones ecologistas no se cansan de advertirnos de sus posibles efectos para la humanidad, entre otros:

      - Aumento del nivel del mar: en el siglo XX ha sido de 17 cm, duplicando el valor del siglo anterior. El Ártico se derrite y los glaciares reducen su tamaño.

       -       Sequías provocadas por las altas temperaturas y que pueden derivar en hambrunas.

       -       Huracanes cada vez más destructivos.





La huella de carbono personal.

La huella de carbono se define como la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto.  A nosotros nos interesa la parte que nos afecta personalmente, que es sobre la que podemos intervenir.


El ingeniero francés Jean Marc Jancovici , conocido por su compromiso con la protección medio ambiente, diseñó  en 2007 un método para que un individuo pueda conocer cuál es la cantidad de emisión de gases que genera en su actividad cotidiana. Creó una calculadora online en la que se realiza un cuestionario sobre varios aspectos: vivienda, transporte, alimentación… El usuario va registrando los valores que se le solicitan y como resultado aparece un índice que es la huella de carbono personal. A continuación se establecen una serie de recomendaciones para disminuir la cifra de emisiones. ¿Quieres conocer algunas de estas recomendaciones?
         


      -       Reducir la cantidad de basura generada a diario, evitando todo lo posible el uso de productos
envasados o envases no reutilizables.

      -       Utilizar bombillas de bajo consumo.

      -       Conducir menos y caminar más, o utilizar el transporte público.

      -       Lavar con agua templada en vez de caliente.


¿Te animas a calcular tu huella de carbono personal? ¿Nos cuentas la experiencia?


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