lunes, 29 de febrero de 2016

Breve Historia de las Fallas

Falla del Ayuntamiento de Valencia de 2007





Llega el último domingo de Febrero, y las calles de Valencia se llenan de humo, ruido y alegría. 

Llegan las Fallas, la Fiesta Grande de la ciudad del Turia. Y desde La Llar, nos gustaría hablaros del origen de esta tradición centenaria, que ya es Fiesta de Interés Turístico Internacional y que ahora mismo es candidata a ser incluida en el Catálogo de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.














Taller de carpintero medieval

El Germen.


Si queremos saber el origen de las Fallas de Valencia, nos encontraremos con dos versiones un tanto diferentes.

- La tradicional (más romántica) nos cuenta que, desde la Edad Media, el Gremio de Carpinteros de la ciudad celebraba la víspera del día de San José, su patrón, apilando en las calles los restos de madera, virutas y otros trastos que tenían en sus talleres formando grandes pilas, que posteriormente eran prendidas fuego. A su alrededor, los vecinos celebrarían la noche con bailes, comida y bebida.

Con el tiempo, la tradición se extendió a todos los barrios de la ciudad y a las poblaciones de la periferia, convirtiéndose en la semana grande de las fiestas de cada año.




Hogueras de San Juan en la playa




- La segunda versión afirma que podríamos buscar aún más lejos en el tiempo su origen, relacionándolo con festividades paganas anteriores al Cristianismo y relacionadas con el calendario astronómico. 

El equinoccio de Primavera se produce el día 21 de Marzo, marcando el inicio de la estación y el fin del Invierno. Con la importancia que esto tenía en la vida de las comunidades humanas en la antigüedad (tan dependientes de los ciclos naturales), es fácil pensar en grandes celebraciones al aire libre, con hogueras alrededor de las que se bailaba y bebía toda la noche.

Hogueras de Sant Antoni, Forcall (CS)




Posteriormente, el Cristianismo asimiló estas tradiciones y las fue adscribiendo a su propio calendario y santoral. Es por ello que nos encontramos con fiestas similares en su esencia en diferentes sitios, como las hogueras de San Juan, las de San Antonio o las de San Miguel.




Las Fallas se irán acompañando poco a poco del resto de elementos que conocemos hoy, y que evolucionarán conjuntamente con el paso de los años: mascletás, procesiones, ofrendas, bandas de música, decoración e iluminación de calles y todo tipo de actos civiles y religiosos.

Ofrenda a la Virgen de los Desamparados
Calles iluminadas
Mascletà

Dibujo de Rafael Solaz de una hipotética falla de finales del s. XVIII

El nacimiento de las Fallas actuales.

El gran cambio en los monumentos falleros (las fallas propiamente dichas) se produjo a finales del siglo XVIII, al calor de movimientos intelectuales como la Ilustración, de la inestabilidad social y el descontento popular. Los monumentos irán pasando de ser simples montones de madera a instrumentos de crítica y sátira social en tono de humor irónico y mordaz, donde, por medio de muñecos (ninots) muy simples, se quemaban los vicios, defectos y personajes menos queridos por los valencianos y valencianas.

Falla artística de finales del s. XIX



















A finales del siglo XIX los movimientos postrománticos como el Modernismo, contribuyen a crear un ambiente de dignificación de los festejos y tradiciones populares, que habían sido duramente atacadas en años anteriores por la aristocracia y el clero debido a su supuesta bajeza moral. Es en este momento cuando los monumentos se convierten en las obras de arte que podemos contemplar hoy en día en las calles y plazas de Valencia y muchos otros pueblos, y cuando comienzan a premiarse las mejores fallas en diferentes categorías. 




Las Fallas de la actualidad son composiciones monumentales donde la crítica y la estética nacen de las manos y mentes de auténticos artistas/artesanos falleros y cuyas obras, fruto del trabajo, esfuerzo y mimo de todo un año, quedarán en apenas unos minutos reducidas a cenizas, como simbólicamente lo harán los personajes y maldades representados en ellas.

Artista Fallero pintando a mano un ninot















Cremà de una falla






Es la magia de las Fallas de Valencia: quemar lo malo para dejar espacio a lo bueno por venir. ¡Y hacerlo con alegría!

¡¡Felices Fallas 2016!!

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